Luego de más de un mes de marcha de los pueblos del TIPNIS en defensa de su territorio, y ante el fracaso de los intentos del gobierno de desacreditar la movilización y dividirla, la fase represiva de la política del MAS se ha puesto en marcha. Según fuentes de prensa en la localidad de Yucumo casi 1000 efectivos policiales junto a dirigentes y burócratas cocaleros, que tendrían importantes negocios si la carretera pasa por esa zona, estarían preparando la represión de la movilización para evitar que pueda llegar a la ciudad de La Paz. La demanda indígena, cuestiona los planes imperialistas de las trasnacionales para la región como es el proyecto IIRSA, así como también las intenciones de petroleras de explotar hidrocarburos en la región y de madereras que ven una fuente de millonarios negocios con la colonización del TIPNIS. No es solo una cuestión ecológica, ni romanticismo indígena, es mas bien otra manifestación de la resistencia de importantes sectores populares, en este caso los pueblos indios de tierras bajas, contra la voracidad imperialista y el consentimiento gubernamental. Atrás quedo la retorica descolonizadora, democrática y popular dando paso a las viejas prácticas pro imperialistas y colonizadoras como las llevadas adelante por el MNR luego del 52’, de avanzar destruyendo pueblos, culturas, derechos y ecología al servicio de las petroleras, de los traficantes de maderas y especies y de un plan de desarrollo regional que tiene a Bolivia solo como lugar de transito y como proveedor de materias primas.
¡Abajo el matonaje de burócratas sindicales y policía en Yucumo!
El MAS, luego de haber intentado descalificar la marcha indígena en defensa de su territorio, con falsificaciones y acusaciones como que la misma estuviera financiada por USAID y el imperialismo -cuando vemos que los grandes ganadores de tal carretera serán precisamente las “socias” trasnacionales- ahora el gobierno intenta amedrentar a los marchistas con una jugada muy peligrosa: movilizar fuerzas de choque de supuestos colonizadores y cocaleros junto a un millar de efectivos policiales para, en una acción combinada de matonaje, impedir el derecho democrático de la movilización indígena. La combinación de represión junto a un remedo de consulta a algunas comunidades cuyos dirigentes han abandonado la marcha, permitiría que el proyecto IIRSA cumpla su cometido de avanzar en la destrucción del parque nacional. Es necesario brindar nuestro mayor apoyo a la movilización indígena en defensa de su territorio. El convenio 169 de la OIT y la Constitución aprobada en octubre del 2008 entre García Linera, Carlos Börth y dos cómplices mas, muestra ser solo un engaño más. Solo la lucha de los pueblos indígenas junto a sus hermanos de las ciudades, los trabajadores y los pobres urbanos puede garantizar el derecho legítimo a la autodeterminación nacional. Hacemos responsable al Evo Morales y al MAS de los que pueda suceder en Yucumo en los próximos días y llamamos a movilizarse a los trabajadores, estudiantes, sectores populares para impedir la represión y una nueva masacre en las selvas del oriente. Impidamos que Yucumo se convierta en un Porvenir. Han cambiado los actores político pero no los actores sociales y sus intereses. En El Porvenir, el 2008, Fernández masacró a colonizadores en defensa del latifundio, las madereras y las trasnacionales. Hoy el MAS defiende los mismos intereses y con métodos parecidos. ¡Abajo el matonaje! ¡Abajo la represión!
¡Basta de palabras! ¡La COB, la FSTMB y los fabriles deben convocar a un paro nacional movilizado!
La marcha indígena merece vencer, pero para ello hace falta que los trabajadores en las ciudades tomen como propias las demandas de los pueblos indígenas superando un estrecho salarialismo y sectorialismo que permite que el MAS pueda avanzar sobre los derechos de importantes sectores populares y que debilita la lucha obrera al impedir la unidad. La mejor forma de demostrar que la clase obrera puede ofrecer una salida a todas las barbaridades que vive la gran mayoría de los trabajadores del campo y la ciudad es desarrollando la unidad. Los mineros en su reciente congreso emitieron declaraciones de apoyo a la marcha indígena, lo mismo que los oficialistas de Montes y sus amigos en el CE de la COB y también los fabriles. Es necesario pasar de las palabras a los hechos. Hay que convocar en forma urgente un paro nacional movilizado en defensa del TIPNIS y contra la voracidad imperialista, por un plan de desarrollo nacional que empiece por expulsar al imperialismo y a las trasnacionales de nuestro país y bajo el comando de los trabajadores, campesinos y pueblos indígenas. No hay tiempo que perder, ya que la única forma de evitar que la represión se consume es trasladar el conflicto a las ciudades, a las barriadas obreras y populares y torcerle de una vez el brazo a un gobierno que día a día muestra ser tan colonizador y defensor de las trasnacionales como sus antecesores.
LOR-CI
19-09-2011