A fin de mes, cuando termine el cuarto intermedio en las medidas de presión por la ley de pensiones se llevara a cabo al mismo tiempo el congreso del PT.
Este mes los trabajadores tenemos dos desafíos fundamentales: empezar a discutir y elaborar un verdadero plan de lucha de los trabajadores que permita vencer, discutiendo la conformación de un Comité Nacional de Huelga, para recuperar los días caídos por la huelga, por el desprocesamiento de los compañeros detenidos y retomar la lucha por una jubilación digna que el gobierno no solucionara. Los trabajadores debemos plantear todo este debate al interior del congreso del Partido de los trabajadores para tener un partido de la lucha de clases y no meramente electoral. Así, la Comisión Política transitoria ha convocado para el próximo 28 y 29 de junio, en el departamento de Oruro al Segundo Congreso del Partido de los Trabajadores donde se debe reafirmar los documentos aprobados en Huanuni frente a los intentos de diluir los aspectos más anticapitalistas del mismo, así como reafirmar la necesidad de que este partido sea la expresión orgánica de los sindicatos y de los trabajadores. Durante los 15 días de huelga hemos insistido y hemos enviado una carta a la dirección transitoria del PT, para que este intervenga en el conflicto, ya que queremos un partido que además de participar en las elecciones del 2014 sea fundamentalmente un partido de combate de la clase obrera.
Lamentablemente la dirección transitoria separó la intervención sindical en la lucha de la necesaria lucha política lo que debilitó la defensa del conflicto frente a los ataques del MAS. El MAS esta preocupado e intentara mediante sus operadores políticos dentro de los sindicatos hacer fracasar el evento. Es necesaria la decisión firme de evitar una nueva postergación que anteponga la lucha a la fundación del PT, que con lenguaje radical intentaran aprobar los operadores del gobierno. Tanto la lucha por las pensiones como la fundación del PT son parte de los avances en la organización y movilización de la clase obrera y son parte de una misma pelea.
El ampliado nacional minero que se llevara a cabo a mediados de junio en la localidad de Tupiza debe ser categórico al respecto, exigiendo en sus resoluciones no solo un tribunal de honor para todos aquellos dirigentes que violaron la disciplina sindical y actuaron como vulgares rompehuelgas, sino también discutir y resolver las medidas que garanticen una amplia participación de los trabajadores y sus sindicatos en el próximo congreso del Partido de los Trabajadores, en cumplimiento de resoluciones del congreso de la COB y del XXXI congreso minero.
En este nuevo congreso no solo que deberemos reafirmar lo votado en Huanuni, exigiendo que ese documento sea publicado por miles para todos los trabajadores de base y el pueblo en general, sino que además deberemos discutir las medidas que fortalezcan al PT y sus organizaciones para ganar el apoyo de sectores de la población como campesinos, hoy engañados por el MAS, pequeños comerciantes, estudiantes y profesionales dispuestos a compartir la estrategia del poder de los trabajadores. Necesitamos un programa que de respuesta a todos los pobres, como establecen las Tesis de Pulacayo, como por ejemplo una renta universal que sea realmente digna, el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos originarios como en el TIPNIS, tierra al movimiento campesino que a 7 años del gobierno de Evo aun se ve obligado a tomar las tierras en el Oriente.
Estas medidas solo las puede llevar adelante una dirección comprometida con el desarrollo del PT, cuestión fundamental para que el mismo no sea boicoteado desde adentro. Debemos ser firmes en la decisión de impedir que miembros de los partidos de derecha o del MAS, intenten copar el PT. Ningún masista, mirista del PCB o el PCML puede formar parte del partido de los obreros que pelearon por la ley de pensiones. Ningún esquirol debe ser admitido en este congreso. Estas medidas fundamentales son para que la clase obrera pueda pegar el salto desde su actual posición de oposición obrera al MAS, a construir hegemonía sobre toda la nación oprimida y convertirse finalmente en la clase dirigente del movimiento campesino y popular. Solo sobre esta base se podrá desbrozar el rumbo hacia una profunda transformación social que no puede ser otra que la revolución obrera y socialista.