En la reunión de uno de los círculos obreros de la LOR-CI, luego de una exhaustiva evaluación de los conflictos obreros del último año en El Alto, en muchos de los cuales hemos tenido la oportunidad de participar muy de cerca, un compañero planteó que se hacía urgente poner en pie una “coordinadora de los asalariados, para la reflexión común, la organización y la lucha”.
Esta necesidad quedó absolutamente demostrada al observar los conflictos de la semana pasada: DBU, paro en El Alto, Carpa de Resistencia de los despedidos en Cotel, protestas de los trabajadores frente a la empresa CLISA, protestas de los despedidos de EMU, y otros. La mayoría de estos conflictos afectan a El Alto, donde entretanto, miles de asalariados pugnan por organizarse sindicalmente.
Sin embargo, las organizaciones matrices que debieran centralizar la lucha y apoyar la organización, le dan la espalda o hasta sabotean la posibilidad de unir y coordinar, como lamentablemente ha sucedido con dirigentes de la COR o de la Federación de fabriles, que subordinan las organizaciones obreras y populares al gobierno.
Es necesario dar los primeros pasos en la unidad de la filas obreras, con la solidaridad y coordinación de los distintos sectores asalariados para la lucha en común y también, para pelear juntos contra los dirigentes burocratizados. La unidad y coordinación de los sectores en conflicto podría ser un primer referente para ayudar a los miles sin sindicato a organizarse y empezar a luchar en sus fábricas y talleres. También puede ser un gran punto de apoyo para construir una programa obrero para resolver nuestras demandas, enfrentar a la derecha y superar la política conciliadora del MAS.
Por corresponsal