1. Aumento salarial de emergencia. Salario mínimo vital con escala móvil de acuerdo al alza del costo de vida. A igual trabajo, igual salario para la mujer trabajadora y la juventud obrera, con todos sus derechos laborales.
2. Pase a planta de todos los eventuales y contratados. Reconocimiento automático del vínculo laboral entre las grandes empresas y los trabajadores terciarizados, subcontratados y de los “talleres externos”.
3. Nacionalización inmediata y bajo control de los trabajadores de toda empresa que cierre, especule o despida.
4. Reparto de las horas de trabajo entre los brazos disponibles en cada rama. Plan obrero de emergencia para el sector industrial, amenazado hoy por la represalia yanqui de interrumpir el APTDEA, y para el sector minero-metalúrgico.
5. Plenos derechos sindicales para todos los trabajadores. Abolición de las leyes y normas que limitan el derecho a huelga o penalizan las formas de lucha obreras.
6. Basta de negociados de las AFPs. Por un sistema de pensiones nacional con aportes de los empresarios y el Estado, según el sistema de reparto y bajo control de los trabajadores y pensionados.
7. Reversión al estado sin pago y bajo control de los trabajadores de las empresas y servicios públicos “capitalizados” y nacionalización “100%” de los recursos naturales.
8. Los trabajadores debemos levantar también las demandas campesinas, indígenas y populares para soldar una gran alianza contra la burguesía y el imperialismo: Comités Populares de control de precios y abastecimiento para combatir la especulación y la carestía de la vida. ¡Trabajo para todos! Por un Plan de Obras Públicas bajo control obrero y campesino. ¡Reforma agraria liquidando el latifundio y garantizando tierra y territorio a los pueblos originarios! Por la nacionalización del sector financiero y una banca estatal única para dar crédito barato a los artesanos y pequeños productores del campo y la ciudad
9. Monopolio estatal del comercio exterior, como medida de defensa elemental frente a la crisis y el accionar de las transnacionales y sus agentes internos.
10. No pago de la deuda externa. Ruptura de todos los tratados y pactos que subordinan a Bolivia al imperialismo.
Es cuestión de vida o muerte. O los trabajadores levantamos un programa de acción con estas y otras medidas frente a la crisis, o los empresarios y las transnacionales nos hundirán en el hambre y la miseria para proteger sus intereses. Nuestra fuerza está en la movilización y organización. Será el poder de los trabajadores el que pueda garantizar la aplicación de este programa.