Marcos Maggui Yapu, fue asaltado y asesinado a mediados de mayo. Marcos era joven y trabajador, originario de Vilaque, estudiante de la UPEA y la UMSA. Se hizo militante de la LOR-CI hace dos años en un intenso momento de trabajo en el movimiento obrero alteño y cuando dábamos los primeros pasos para avanzar con las ideas revolucionarias en la universidad. Marcos es una víctima más de esta sociedad capitalista en decadencia, su muerte no fue una tragedia: le quitaron la vida por los pocos pesos que podía llevar en el bolsillo. Es que a pesar de la de “revolución democrática y cultural”, la falta de empleo y la miseria conducen a franjas del pueblo, especialmente de la juventud, a las pandillas, la delincuencia y la violencia.
Marcos era consciente no solo de la pobreza, marginación y explotación precarizada a la que son sometidos miles de jóvenes en El Alto. También veía con preocupación las consecuencias que produce este sistema al interior de las comunidades campesinas, cada vez mas sumergidas en la pobreza y falta de oportunidades para la juventud. Esto lo condujo a la búsqueda de los instrumentos políticos que le permitieran cambiar el país y el mundo, y con esas motivaciones se encontró con la LOR-CI, dentro de la cual desarro-llamos lazos de amistad y compañerismo.
Marcos, nosotros militantes revo-lucionarios al igual que vos, sin ganas de despedirte tan pronto, te decimos que continuaremos luchando sin cesar para acabar con este sistema de opresión y explotación que sumerge a la humanidad en la barbarie.
Adiós Marcos, !hasta el socialismo siempre!