Hace falta la más amplia unidad de los trabajadores de AISA con las juntas vecinales. Es que esta trasnacional basa sus ganancias no solo en la estafa permanente a los usuarios sino también en la explotación de sus trabajadores. Muchos de estos tienen que trabajar para subcontratistas por sueldos miserables y el sindicato se niega a incorporarlos y defenderlos. Y es este mismo sindicato el que impide la unidad de los trabajadores con el pueblo alteño. Si los trabajadores se propusieran organizarse desde abajo y tomar las instalaciones de la empresa para mantener el servicio bajo su control y el de los vecinos, la lucha del pueblo alteño sería más que contundente.
Si bien los malos dirigentes sindicales son los máximos responsables que impiden esta alianza, tampoco desde la FEJUVE hubo un claro llamamiento a la base obrera de AISA.
No perdamos más tiempo, hay que convocarlos a sumarse a la lucha garantizando que ante cualquier represalia patronal contra ellos (como despidos) los vecinos emprenderán acciones para defenderlos. Los trabajadores de AISA tienen planteado organizar comités de base para sacarse de encima a la burocracia propatronal que controla el sindicato y sumarse a la lucha por la expulsión de AISA y el control obrero y vecinal, garantizando las fuentes de trabajo y un salario justo. Esta es la estrategia para poner en marcha una alianza de obreros, campesinos y pobres de la ciudad y el campo que será invencible.