Evo conformó su gabinete para tranquilizar con “ministros serios” y tecnócratas al empresariado y las transnacionales, al mismo tiempo que nombró algunos dirigentes de origen sindical o indígena para “embellecer” a ojos del pueblo al equipo ministerial. Así, el ministro de Obras Públicas, Salvador Rik es un empresario con una cuantiosa fortuna de más de 30 millones de dólares; Walker San Miguel, de defensa, participó de las “capitalizaciones” gonistas y fue abogado del siniestro Asbún; Carlos Villegas, ministro de Planeamiento defiende la “estabilidad macroeconómica” y promete “seguridad jurídica” a los empresarios; Soliz Rada, de hidrocarburos, ex militante condepista, pasó de las iniciales frases nacionalistas a ensalzar la colaboración con Petrobras y otras transnacionales. Colaboran con ellos el “ministro obrero”, Gálvez, que como dirigente de la Confederación de Fabriles dejó pasar innumerables ataques a los trabajadores y hasta participó en las marchas proempresariales exigiendo el TLC con Estados Unidos; Abel Mamani, ministro sin cartera para el Agua, fue cuestionado por su papel frenador como dirigente vecinal alteño en la lucha por la expulsión de Aguas del Illimani y por aceptar la política de negociación con esa transnacional y sus socios locales (entre los que está Doria Medina, de UN). Para muestra, bastan estos botones...