Luego de las elecciones del 2 de julio, se enfrentaron dos sectores que pugnan desde hace varios meses por el control de la Central Obrera Departamental. Este enfrentamiento entre dos alas burocráticas a espaldas de las bases, se enmarca en la negociación y los forcejeos entre el gobierno del MAS y la oligarquía cruceña, que trata de mantener el control de todos los espacios políticos y sindicales en su departamento. Por ello, cobró mayor importancia política y llevó al gobierno a hacer una apresurada intervención del Ministerio de Trabajo y desplegar una guardia militar en las instituciones públicas en Santa Cruz, generando las protestas de los “cívicos” que quieren mantener el control de todos los espacios públicos, un objetivo al servicio de fortalecer la posición negociadora de la oligarquía.
El sector “pro autonomista”, de Edwin Fernández, un burócrata fabril ligado a los grupos cívico-empresariales se apoya en los estatutos sindicales para reclamar legitimidad y utiliza como fuerza de choque nada menos que a la Juventud Cruceñista. Luego del referéndum este sector creyó llegada la oportunidad de tomar la sede sindical al grito de “Viva la autonomía”. El otro bloque, dirigido por Lucio Vedia, de los colonizadores, busca el apoyo del MAS, pero poco y nada a hecho por organizar a los trabajadores del Departamento, que hasta ahora fueron los grandes ignorados auqnue son los únicos que deben decidir en esta cuestión.
La recuperación de la COD cruceña como un instrumento de lucha para los trabajadores exige la organización y lucha independiente de los trabajadores, ligando la defensa contra los matones de Antelo y la juventud cruceñista a la pelea por las demandas obreras -el salario, contra la prepotencia empresarial, por el respeto a las 8 horas y las conquistas laborales pisoteadas por los empresarios-. Pero también, el apoyo a la lucha campesina, para unir a las fuerzas de los trabajadores y el pueblo de Santa Cruz contra la oligarquía de terratenientes, empresarios, y socios locales de las transnacionales.