El 6 de julio terminó el conteo de los votos contenidos en las actas de los más de 300 consejos distritales, por lo cual, según los datos oficiales, el panista y oficialista Felipe Calderón Hinojosa habría ganado las elecciones presidenciales por un escaso margen inferior al 1% respecto al candidato perredista Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Después de que durante todo el día miércoles, y hasta llegar al 85% de las actas, AMLO estaba arriba, comenzó lenta pero irreversiblemente a reducirse la brecha (...). Ante las masas, se hace evidente que el gobierno y el Instituto Federal Electoral orquestaron un verdadero fraude, de lo cual da cuenta el oscuro manejo del PREP la noche del 2 de julio, las numerosas denuncias de irregularidades presentadas, y la negativa del IFE a acceder a la demanda de abrir los paquetes y contar voto por voto. Este fraude es la culminación de una campaña lanzada por el gobierno y el PAN, destinada a azuzar el miedo al “candidato populista” (López Obrador) entre sectores medios y altos deseosos de mantener la estabilidad ante el creciente ascenso de la lucha de clases (...).
La mayor parte de las instituciones y partidos del régimen de la alternancia y los medios de comunicación (así como el gobierno imperialista de George Bush) respaldan la posición del IFE y la proclamación de Calderón como ganador de las elecciones (...).
Estamos ante una medida claramente antidemocrática, que pretende avasallar el derecho de las masas a votar (derecho presentado por este régimen como pilar de la “democracia”) e impedir que López Obrador llegue al gobierno.
Si esta política triunfa, el gobierno y la patronal estarán en mejores condiciones para recortar las libertades democráticas más elementales del movimiento obrero y popular; se fortalecerá el ataque contra los sindicatos (como el ataque al sindicato minero), la represión contra los campesinos e indígenas pobres, contra los zapatistas y la juventud en la universidad. Las instituciones estarán más fuertes para reprimir como en Atenco, en Sicartsa y en Oaxaca. Los planes contra el conjunto del movimiento obrero estarán en mejores condiciones para ser impuestos. El fraude y el avasallamiento de la voluntad de millones que votaron a López Obrador (considerándolo una alternativa frente al mal gobierno de Fox), preparan el camino para nuevos ataques reaccionarios contra los oprimidos y explotados.
En las recientes elecciones, la LTS-CC -junto con otras organizaciones y compañeros-, llamó a anular el voto suscribiendo la libertad de los presos políticos de Atenco y de todo el país, debido a que todos los candidatos representaban los intereses de la burguesía y los trabajadores no teníamos un candidato propio, ya que las proscriptivas leyes de este régimen (avaladas por todos los partidos del Congreso) impiden que las organizaciones obreras y de izquierda podamos presentarnos a elecciones. Aunque nosotros sostenemos este llamado, no dudamos en enfrentar -como lo hicimos en abril del 2005 contra el desafuero-, el fraude perpetrado por el IFE, el PAN y la mayoría de las instituciones del régimen. Por eso llamamos a la más amplia movilización, participando activamente en la lucha por imponer el respeto a la voluntad popular y la demanda de conteo voto por voto, que hasta ahora es negada por el IFE.
Estamos convencidos de que López Obrador y el PRD no resolverán las aspiraciones y demandas de los trabajadores y el pueblo, pero hoy el fraude representa un ataque reaccionario a los derechos democráticos de las masas. Por eso estamos en la primera línea de la barricada en la defensa de estos derechos, independientemente de nuestras diferencias con el PRD, al mismo tiempo que denunciamos el carácter antidemocrático de esta democracia para ricos, cuyas instituciones atacan los derechos de los trabajadores, campesinos e indígenas, y donde los partidos patronales avalan e impulsan la represión como en Sicartsa y Atenco.
La Alternancia al desnudo
El intento de imponer a Calderón comienza a despertar el repudio de la población, que todavía tiene fresco el recuerdo del fraude de 1988. Esto puede ser muy costoso para el régimen de la alternancia, provocando una deslegitimación acelerada de la “transición” como proyecto de desvío y contención de las masas. Y es que, con la ofensiva represiva en Atenco, Sicartsa y en Oaxaca y con esta maniobra fraudulenta, se evidencia para millones que los discursos a favor de la “legalidad”, la “democracia” y la “conciliación” son palabras huecas al servicio de los intereses de la clase dominante. Y es que, un nuevo gobierno panista desacreditado y con el lastre de años de antidemocracia y planes de hambre del foxismo, provocará repudio y descontento entre los trabajadores y el pueblo contra el régimen de la alternancia.
Hasta ahora, López Obrador ha dicho que impugnará el resultado. López Obrador y el PRD se limitan a presionar a las instituciones electorales (...). Advertimos que el PRD no es capaz de impulsar una lucha hasta el final contra esta maniobra fraudulenta (como ya se vio en 1988), y busca mantener una política “responsable” y “moderada” para evitar que se desate una lucha generalizada de las masas y se desestabilicen los mecanismos de dominación capitalista. Desde la LTS-CC, creemos que para derrotar el fraude y lograr las demandas democráticas más elementales, debemos apostar a la movilización obrera y popular en las calles, con independencia política y organizativa del PRD, en el camino de derrotar el conjunto de la antidemocracia y la represión del régimen de la alternancia.
Por un Paro Nacional contra el fraude
Así como ayer enfrentamos la represión en Atenco, Sicartsa y Oaxaca y apoyamos estas luchas obreras y populares, hoy se hace necesaria la más amplia movilización contra el fraude, la cual debe ser convocada por las organizaciones sindicales, de “la otra campaña” y demás organizaciones populares y democráticas.
Lamentablemente, varios dirigentes sindicales de la UNT y del Congreso del Trabajo ni siquiera se han pronunciado contra la maniobra del IFE y el PAN. Es fundamental que se realice una verdadera acción de lucha de los trabajadores: para eso debemos imponerles a los dirigentes de la UNT, el SME y otras organizaciones, la organización de asambleas en los centros de trabajo y el llamado a un gran paro nacional en defensa de los derechos democráticos de las masas.
Es para organizar esta lucha que proponemos la formación de comités independientes, amplios, que organicen democráticamente la lucha contra el fraude, e integrados por los trabajadores, los campesinos y todo el pueblo.
Hacemos este llamado sin confiar en el PRD que -en caso de llegar al gobierno- actuará como garante de los capitalistas; lo hacemos en defensa de las libertades democráticas de las masas. De igual forma, alertamos contra cualquier pacto en el régimen, a espaldas de los trabajadores y el pueblo.
Por una Asamblea Constituyente libre y soberana
La maniobra fraudulenta muestra que el régimen de la alternancia no es capaz siquiera de respetar sus propias leyes y reglas de juego. En la LTS-CC luchamos por un gobierno obrero y campesino que expropie a la burguesía y reorganice la sociedad sobre bases socialistas, como salida revolucionaria a la miseria y explotación capitalista. Sin embargo, concientes de que la mayoría de los trabajadores aun no comparten esta salida, y ante el hecho de que millones repudian el fraude considerando que es posible lograr una verdadera democracia en los marcos del régimen burgués, los convocamos a luchar juntos por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana (...) donde podrían discutirse las grandes demandas de las mayorías obreras y campesinas del país que no se discuten en las instituciones del régimen de la alternancia, como una reforma agraria radical en el campo y la efectiva independencia del imperialismo, las que son tareas necesarias para conquistar una verdadera democracia de las masas oprimidas y explotadas.
Pero su convocatoria no provendrá de este antidemocrático régimen y sus instituciones como el IFE, ya que son enemigas de que los trabajadores y el pueblo pobre discutamos democráticamente los reales problemas de la sociedad y las medidas para resolverlos. Para imponerla, será necesaria una gran lucha en las calles, con la más amplia organización democrática desde las bases, y donde la clase obrera se ponga al frente. Solo así podrá garantizarse el respeto a la voluntad de las masas obreras, campesinas y populares.
En ese camino de movilización, estará planteado poner en pie organismos amplios y democráticos e impulsar la preparación de una verdadera huelga general, vinculando esta lucha democrática al enfrentamiento a los planes de hambre y miseria impuestos por la clase dominante y el imperialismo (...)
Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contra Corriente
7/7/06