La Asamblea Constituyente discutirá la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado, pero allí el MAS busca “concertar” con la derecha, y no pueden esperarse de esa “concertación” soluciones a los grandes problemas nacionales ni a las demandas obreras, campesinas y populares, sin afectar los intereses y la propiedad de los grandes empresarios, de los terratenientes, de las transnacionales, y sin romper las cadenas que someten el país al imperialismo.
Ni en la Asamblea ni fuera de ella existe una voz obrera independiente fuerte que denuncie todo esto, que levante una posición política de los trabajadores ante la situación nacional, que haga escuchar las demandas obreras, por el salario y trabajo para todos, denunciando los niveles de precarización del trabajo, de desempleo y explotación. Hoy podemos ver a miles de trabajadores que no cuentan con seguro social, con pago de horas extras y otros beneficios de ley, que reciben salarios menores al mínimo nacional, tampoco se tiene el derecho de contar con un sindicato y en las fábricas y talleres rige la “dictadura empresarial” que castiga con el despido injustificado toda protesta o intento de organizarse. El MAS habla de “dignidad de los trabajadores” pero nada ha cambiado pese a las promesas y decretos.
La clase obrera necesita organizarse políticamente
Los trabajadores debemos ser plenamente concientes que es nuestro trabajo con que los empresarios y las grandes empresas transnacionales se enriquecen. Nuestro trabajo es el sostén de la economía, el petróleo, la minería, la industria, la electricidad, el agua y los diferentes servicios que controlamos. Sin embargo, a pesar de esta fuerza económica y social hoy no tenemos una expresión política propia.
Para que hacer sentir nuestro peso como clase es necesario organizarnos y unir nuestras filas. El camino es impulsar la organización obrera independiente, no sólo en el terreno sindical y de la lucha, sino también en el terreno político, comenzando por defender la independencia política de nuestros sindicatos frente al gobierno del MAS, pues sólo así tendremos las manos libres para pelear por nuestras demandas y enfrentar a los empresarios y la reacción. Pero con esto no basta, los trabajadores tenemos que organizarnos políticamente también, según nuestro propio programa y nuestros métodos de organización y lucha.
El Congreso de la COB aprobó hace pocas semanas una resolución que podría ser un gran paso en esta dirección: conformar un Instrumento Político de los Trabajadores. Creemos que es necesario un IPT construido sobre la base de los sindicatos, con plena democracia obrera, que levante un programa de clase frente al reformismo del MAS, para pelear consecuentemente por la nacionalización efectiva del gas, la minería y los recursos naturales, la recuperación de las capitalizadas” para el Estado, las demandas obreras, la tierra y el territorio de nuestros hermanos campesinos e indígenas y expulsión de las transnacionales. Esta lucha ayudaría a unir las filas de la clase obrera y ponerla al frente de una gran alianza con los oprimidos y explotados del campo y la ciudad, que se necesita para derrotar al imperialismo y sus aliados de la oligarquía y el empresariado.
En un IPT así, los socialistas revolucionarios lucharíamos por convencer a la mayoría de que la única salida a la crisis nacional, capaz de derrotar a la reacción pro imperialista y garantizar realmente una solución a nuestras demandas, es la movilización general, retomando el camino de Octubre. Lamentablemente los nuevos dirigentes de la COB, preocupados por mantener buenas relaciones con el gobierno del MAS, parece que se han olvidado de esa resolución que debe estar “cajoneada” en algún escritorio.
Si los sindicatos combativos y la izquierda obrera y socialista uniéramos fuerzas en un bloque común, sería más fácil impulsar entre la base y en nuestras organizaciones matrices la necesaria discusión sobre cómo construir el IPT de independencia de clase.
Por Elio Aduviri
Secretario de Relaciones
SITRASABSA