Durante más de siete meses los pilotos y trabajadores del LAB hicieron grandes sacrificios y lucharon para salvar a su fuente de trabajo, la línea aérea de bandera, de la quiebra a la que la llevó la fraudulenta administración de su propietario Ernesto Asbún.
Ante esta situación, estaba planteada la renacionalización del LAB, sin pago y bajo control de los trabajadores.
El millonaria endeudamiento en que incurrió Asbún debió ser investigada y éste sujeto enjuiciado, encarcelado, y sus bienes y los de sus cómplices y “palos blancos” confiscados para indemnizar el daño causado. Pero el gobierno, que por un breve tiempo intervino a la empresa, prefirió “lavarse las manos”, se negó rotundamente a recuperar el LAB para el Estado e hizo cuanto pudo por desmovilizar a los trabajadores, convirtiendo este problema de importancia nacional en un “asunto entre privados”. La justicia y la policía no movieron un dedo para impedir que Asbún fugara del país.
Ahora, alientan como salida el traspaso a un nuevo socio privado.
El 12 de agosto se anunció un acuerdo por el cual un grupo de capitales anglo-árabes, Trans Atlantic Aviation Ltd. (TAA) compraría la mitad de las acciones del LAB, mientras Asbún quedaría libre, impune en su “exilio dorado”. Pocos días después se dijo que el acuerdo quedaba sin efecto y que se estaba buscando un nuevo comprador.
Muchos trabajadores tienen esperanzas en que una salida así la situación de la empresa preserve su fuente de trabajo.
Sin embargo, no se debe confiar en nuevos dueños que si aparecen, serán un "nuevo Asbún", sólo buscarán ganancias fáciles y querrán imponer “planes de reestructuración”, como retiros voluntarios o “terciarización” a costa de los trabajadores. La lucha por la renacionalización del LAB, sin pago y bajo control de los trabajadores, sigue planteada.
Por V.C.