Las razones de por qué, como trabajador indígena, colaboro, estudio y milito en el círculo de Palabra Obrera y la Casa Obrera y Juvenil son diversas, pero creo que la principal razón que me motiva a hacerlo es la política e ideología marxista y trotskista que llevan adelante los miembros de la Casa Obrera y Juvenil. Las mismas eran desconocidas para mí hasta hace unos meses atrás cuando iniciamos la lucha del sindicato del TEA, por mejores condiciones de trabajo, contra la explotación laboral y por la dignificación de nuestra clase que hasta entonces no teníamos ni identidad ni línea política ni sindical.
La lucha duró casi dos meses. A mí me sirvió para hacer una pequeña experiencia política y sindical y por sobre todo, despertar en mi conciencia de la clase obrera, mi acercamiento con las entidades gubernamentales y políticas me hicieron ver que el sector mas postergado de la sociedad es el proletariado, además de las condiciones esclavistas en las que trabajan centenares, miles de trabajadores asalariados, que diariamente son sometidos por la burguesía capitalista. Comprendí que las entidades matrices que supuestamente representan a los trabajadores no lo hacen o bien obedecen al gobierno y poco o nada podían hacer por 80 trabajadores, entre ellos 70 mujeres, despedidos de la manera mas salvaje y traicionera.
Los compañeros que apoyaron nuestra causa y lucharon a nuestro lado fueron los compañeros de línea trotskista que no escatimaron esfuerzos para enfrentar a los empresarios y al gobierno y dar una solución que conviniese a los intereses de los trabajadores. Me hice trotskista en el camino y hoy quiero contribuir con un granito de arena para que los miles de trabajadores se organicen y no permitamos más la explotación laboral, de los más desfavorecidos, de los pobres, de los campesinos. Y hago un llamado a los trabajadores a unirse a la lucha que lleva adelante la LORCI.
Por Elvio Mamani, Sec. Gral. SITRATEA