Palabra Obrera conversó con el secretario de conflictos de la COD - Potosí, y con el Secretario General del Sindicato de la empresa minera San Lorenzo, el compañero Miguel Quispe, sobre la lucha de los 280 trabajadores asalariados de este distrito por la nivelación salarial y contra las maniobras divisionistas de la empresa.
El conflicto comenzó el 31 de octubre, cuando luego de los acontecimientos de Huanuni se habló de la posibilidad de nacionalización de las minas (aunque el gobierno pronto se desdijo y ahora sólo habla de cambiar la legislación minera y los impuestos). La empresa Sinchi Wayra (del grupo transnacional Glencore, con sede en Suiza, que adquirió COMSUR al masacrador Goni) obligó a los trabajadores, en colaboración con algunos dirigentes sindicales amarillos de Porco y Bolívar, a montar “vigilias” para proteger a la transnacional.
Posteriormente, la empresa entregó un bono especial para esos centros mineros y el personal técnico y administrativo de San Lorenzo, buscando “castigar” a los trabajadores por exigir la nacionalización y negarse a hacer ninguna “vigilia” como mandaba la gerencia. A mediados de enero los 280 trabajadores se declararon en huelga de brazos caídos, los dirigentes instalaron un piquete de huelga de hambre y el comité de amas de casa de la mina protagonizó cotidianas movilizaciones callejeras en la ciudad de Potosí, exigiendo el pago del correspondiente bono.
Tras 5 días de huelga de brazos caídos y movilizaciones, la empresa accedió a dialogar con el sindicato, pero buscando dividir a los trabajadores, hace correr el rumor de la división del yacimiento en dos empresas distintas (San Lorenzo y Colquechaquita) y exige que el sindicato desconozca a los dirigentes de la COD, ya que varios son de San Lorenzo y vienen planteando la nacionalización de la transnacional. Lamentablemente, en esta lucha que han emprendido los compañeros de San Lorenzo, los dirigentes de la FSTMB aún no se han hecho presentes, como indicó el compañero Quispe, además, los sindicatos de Bolívar y Porco han preferido guardar silencio antes que molestar a sus patrones.
La lucha de los mineros de San Lorenzo no solo muestra gran valentía pese a la soledad en que han tenido que salir a la huelga. También muestra el camino para recuperar los recursos naturales.
Es necesario nacionalizar sin indemnización las grandes y medianas empresas mineras, en particular las de ex COMSUR, así como la fundición de Vinto y las empresas “rescatadoras”. Esta es la única forma de refundar COMIBOL, junto a Huanuni. Sin embargo, para evitar la corrupción que reinaba en las antiguas empresas estatales, deberá imponerse el control obrero colectivo, profundizando el ejemplo del “control social” en Huanuni. Esa es la base para un plan obrero de la minería, que garantice el desarrollo del sector según los intereses de los trabajadores y el pueblo, asegurando la fuente laboral de los actuales trabajadores así como empleo para los cooperativistas pobres y los desocupados.