Las inundaciones en Santa Cruz y otras regiones del país afectan ya a miles de familias, destruyendo innumerables viviendas y sembradíos.
La política del Prefecto Costas es ayudar ante todo a los empresarios, ganaderos y terratenientes, que se preocupan sólo por sus vacas y plantaciones, y quiere manejar a su antojo la “ayuda” prometida. Mientras, el socorro oficial es completamente insuficiente. El gobierno nacional se limita a gestionar la “cooperación internacional” y el aporte de Defensa civil llega con cuentagotas.
La tremenda situación de miles de familias pobres que han perdido todo no admite espera ni contemplaciones. La COB, la COD-SC, CSUTCB y demás organizaciones de masas deben brindar su solidaridad y apoyo, levantando un programa de emergencia obrero y campesino que parta de:
Comités de los afectados humildes, para controlar la distribución de la ayuda independientemente de la Prefectura y del gobierno nacional.
Confiscación por razones de emergencia de las existencias de alimentos, ropa, medicamentos, materiales de construcción, en manos de las grandes empresas cruceñas, nacionales y transnacionales, para responder inmediatamente a las necesidades de los afectados.
Confiscación de las tierras necesarias para reinstalar sin costo alguno a las familias campesinas e indígenas damnificadas.