El diputado Beckar (distanciado del MAS), a cuenta de los empresarios, presentó un recurso constitucional para que no se aplique en el sector privado el mísero aumento del 5% al básico otorgado por el gobierno.
Esto es una provocación contra los fabriles y sus demandas hasta ahora inatendidas: salarios de hambre, jornadas agotadoras de 10, 12 y más horas, pésimas condiciones laborales, incumplimiento de bonos y beneficios sociales, prepotencia patronal, abusos y super explotación de las mujeres trabajadoras, persecución sindical, etc.
Al mismo tiempo, se discute el vencimiento del APTDEA (preferencias para exportar a Estados Unidos), creando inquietud entre los compañeros textiles, de joyería y muebles, por su fuente de trabajo.
No bastan protestas simbólicas -como el repudio de la Federación a Beckar en la Plaza Murillo-. Hay que unir fuerzas y poner a los fabriles en pie de guerra frente a cualquier ataque y por la satisfacción de sus impostergables reivindicaciones.
Es necesario un plan de lucha discutido en las bases, que una a sindicalizados y no sindicalizados, y que recupere la completa independencia de la organización sindical frente al gobierno y los empresarios.