EL GOBIERNO DE ALAN GARCÍA, sirviente de las grandes empresas, las transnacionales y el imperialismo, enfrenta en las últimas semanas una vasta ola de luchas obreras y populares, con paros regionales como en Ancash y Arequipa, una masiva marcha de trabajadores en Lima el 21 de junio, paro indefinido del magisterio, protestas estudiantiles y campesinas y otras luchas.
Entre ellas, se destacó la huelga del sector minero. En los últimos años los casi 120.000 trabajadores del subsuelo han soportado duras condiciones de explotación y precarización laboral, mientras las empresas hacían enormes ganancias con el “boom” minero.
Un paro nacional de decenas de miles de mineros iniciado el 30 de abril terminó levantado por la burocracia de la CGTP y de la Federación minera, pero mostró la tendencia a reorganizarse y volver a la lucha de este sector estratégico y con gran tradición del movimiento obrero peruano.
Siguen duras luchas en varios distritos del sector minero, a lo que el gobierno y las empresas contestan con la intransigencia y la represión.
Cerca de 1.800 trabajadores “subcontratados” por Shougang, empresa de propiedad china que extrae hierro en Marcona (Ica), están en paro indefinido desde abril por el pase a planta permanente y contra el despido de los dirigentes de su sindicato. El 6 de junio fue apresado su Secr. Gral., Rony Cueto R., cuando se dirigía a la sede de la federación minera y otros dirigentes son perseguidos. Días antes, los obreros habían sido reprimidos por la policía.
También fue brutalmente reprimido con el saldo de dos muertos un bloqueo de los mineros de la empresa Casapalca, en huelga indefinida desde el 30 de mayo contra el despido masivo de 800 trabajadores por atreverse a organizar su sindicato.
Desde Bolivia, saludamos la lucha de los trabajadores y el pueblo pobre del Perú, nos solidarizamos con los mineros de Shougang y Casapalca, y exigimos la libertad inmediata del dirigente minero Rony Cueto y el fin de la represión.