LA PRESENCIA de una fuerza de 8.000 militares extranjeros en Haití lleva ya tres años con el pretexto de “sostener la democracia” y “combatir a las mafias y bandas armadas”. Varios países latinoamericanos (Chile, Brasil, Argentina, Uruguay) pusieron las tropas de la MINUSTAH (como es llamada esa fuerza), para lavarle la cara a una ocupación al servicio del imperialismo decidida por Estados Unidos y Francia tras la fachada de la ONU (Naciones Unidas) y con el pretexto de la “defensa de la democracia”.
Esas tropas no están allí para defender al pueblo haitiano sino para ayudar a someterlo y sostener a sus enemigos: el gobierno de Jean Préval, agente de los norteamericanos. Hasta ahora, han causado más de 1.200 muertos civiles y masacrado decenas de veces las protestas populares.
El ejército boliviano participa en estas “misiones” con unos 300 efectivos. El gobierno de Evo Morales, a 18 meses de haber asumido la presidencia y haber prometido, entre otras cosas, “soberanía nacional”, mantiene la vergonzosa e injustificable participación en la MINUSTAH. ¿Acaso la declamada “diplomacia de los pueblos” de Evo y su canciller David Choquehuanca, permite justificar esta escandalosa colaboración con el imperialismo contra un pueblo hermano?
La COB, las organizaciones campesinas, originarias y populares, las corrientes y militantes que se reclaman antiimperialistas, no pueden callarse la boca ante esta situación, tienen que pronunciarse.
¡Impulsemos una campaña activa por el inmediato retiro de las tropas bolivianas que hoy intervienen en Haití!
¡Fuera el imperialismo de Haitíy de América Latina!
Por E.M.