TODO EL CUADRO de situación plantea una exigencia: los actores de la crisis política, los que deciden los destinos del país, no pueden seguir siendo las cúpulas del MAS y los representantes políticos y regionales de los empresarios y las transnacionales. Hace falta que el movimiento obrero y popular intervenga con sus propios métodos de clase y objetivos. Esto plantea levantar una política de los trabajadores.
Lamentablemente, la dirección de la COB “cajoneó” las resoluciones del XIV Congreso de construir un Instrumento Político de los Trabajadores. Una herramienta así, basada en los sindicatos y con plena democracia interna, donde pudiéramos discutir un programa obrero a la altura de los problemas actuales, sería un enorme paso adelante para hacer pesar al proletariado en la escena nacional y ponerlo en mejores condiciones de acaudillar a la Nación oprimida en la lucha contra el imperialismo y sus agentes.
Sin embargo, la tarea sigue pendiente y no es posible mantener separada la lucha sindical, por más combativa que sea, de la lucha en el terreno político.
Los obreros que mueven con su esfuerzo las palancas decisivas de la economía nacional, que como en Huanuni o DBU pueden discutir y actuar sobre los destinos de su fuente de trabajo, pueden también dirigir los destinos del país en alianza con los campesinos y pueblos originarios.
Por eso insistimos: hay que levantar una política de los trabajadores; hay que ayudar a la vanguardia obrera a construir un programa a la altura de las tareas y desafíos que enfrenta la clase trabajadora en esta etapa histórica.
Un programa y una política demandan una organización, lo que plantea como tarea estratégica la construcción de un verdadero y poderoso partido revolucionario, obrero y socialista, que agrupe a lo mejor de la vanguardia obrera y esté profundamente enraizado en las organizaciones de los trabajadores y el pueblo.
EN ESTE CAMINO luchamos los trotskistas de la LOR-CI, e invitamos a los trabajadores yestudiantes con los que día a día compartimos un puesto de lucha, una reflexión común, el apoyo a la organización de otros sectores; compañeros y compañeras con los que venimos profundizando coincidencias y acuerdos en el debate y la acción, a incorporarse a los círculos de Palabra Obrera y a la LOR-CI, para redoblar las fuerzas en este combate.