EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS, algunos burócratas sindicales han lanzado una serie de afirmaciones contra la Casa Obrera y Juvenil de El Alto, indicando que se trataría de una ONG que busca dividir a la COR mediante el paralelismo sindical. Con esta campaña intentan sembrar confusión en los trabajadores con el objetivo explícito de defender el gobierno de conciliación de clases del MAS, esperando con esto recibir prebendas directamente desde palacio.
La Casa Obrera y Juvenil es una local impulsado por revolucionarios de la LORCI junto a trabajadores y jóvenes independientes que vimos la necesidad de crear un espacio al servicio de la cultura, la organización y la lucha de los trabajadores y la juventud. En sus instalaciones se formaron varios sindicatos, se coordinó la solidaridad con varias luchas obreras y populares, y cientos de trabajadores se han reunido en ella, hacen sus asambleas, consultan o discuten sobre los más diversos problemas políticos en la ciudad de El Alto y el país.
Para burócratas acostumbrados a vivir de cuotas sindicales -hasta a cobrar a veces a los trabajadores por un sello para algún trámite legal-, resulta incomprensible que la Casa se autofinancie, que los trabajadores voluntariamente aporten a su sostenimiento. La Casa Obrera y Juvenil se financia con el aporte de todos y cada uno de sus integrantes. Cada silla, mesa o libro que tenemos provienen de aportes y donaciones de trabajadores y estudiantes. Algunas de estas colaboraciones han sido colectivas, producto de luchas ganadas a los empresarios, como por ejemplo, los ex trabajadores de la basura que donaron un juego de living y otros que llegaron con placas de reconocimiento. Tenemos el orgullo de que muchos trabajadores asalariados, consideren a la Casa Obrera y Juvenil como “SU” Casa, no por casualidad, sino porque en cada huelga, movilización o problema hemos estado presentes.
Invitamos a todos los trabajadores y jóvenes a visitar la Casa, que está, como siempre, a disposición de la lucha, la organización y la cultura, del reagrupamiento de la clase obrera -son más de 60 mil los asalariados de El Alto que no se encuentran organizados y a los que la dirección de la COR les da la espalda- y el fortalecimiento de nuestras organizaciones -COB, COR y sindicatos- como instrumentos de lucha de los trabajadores, con una política de independencia de clase, de solidaridad obrera y de combate sin trinchera a los empresarios, banqueros y terratenientes.
Por Javo Ferreira