Como denunciaron desde la Federación, en la solicitada del 3 de agosto pasado, los trabajadores reclaman el pago de aumento salarial que como mínimo debería ser del 11, 75% según el alaza de precios al consumidor, así como el cese de la discriminación antisindical, que la empresa instituyó como un aumento del 5% para todos aquellos trabajadores que no se sindicalicen. Esta discriminación que se viene llevando desde el año 2005, no solo que es absolutamente ilegal, ya que no pueden existir diferencias saláriales cuando es el mismo trabajo el que se lleva a cabo, sino que forma parte de lo que las empresas “capitalizadas” han venido haciendo durante años para reducir el salario, es decir la persecución y el amedrentamiento ideológico y sindical.
Nos comentaron los trabajadores que también están buscando el cumplimiento de la resolución ministerial 150/04 que exige la monetarizacion del beneficio de los trabajadores de disponer mensualmente de 1300 KW lo que equivale a 542 b$ que debería sumarse al básico y en forma retroactiva.
La capitalización del servicio energético ha tenido como consecuencia la baja paulatina de los salarios, y la terciarización de los servicios, aumentando de esta manera las utilidades de las empresas a costa del salario obrero.
Así por ejemplo ELECTROPAZ, luego de adjudicarse el servicio de distribución y cobro de la energía, terciarizó el trabajo técnico mediante la empresa EDESER, que hoy cuenta con casi 150 trabajadores “nuevos” (muchos de varios años de servicio) y aproximadamente 50 trabajadores provenientes de la antigua COBEE. Las diferencias saláriales pueden llegar a ser de casi el 200%. Los trabajadores nuevos, pese a los riegos que implica el servicio eléctrico están con salarios de aprox. 800 b$.
Los trabajadores denunciaron que varios documentos y tramites iniciados en el Misterio de Trabajo, se han “perdido” a tal punto que el pliego de peticiones ingresado en fecha 23 de mayo del presente, hasta la fecha no ha tenido respuesta alguna de las empresas ni del ministerio.
Ante esta situación, no solo que los trabajadores se ven en la obligación de declararse en Estado de emergencia y movilización, sino que ya debe empezar a discutirse la necesidad de pelar por revertir al estado, sin indemnización, y con control obrero colectivo.