No puede ser que la salida política a esta situación la impongan una vez más la clase dominante y sus partidos y representantes políticos a través de las negociaciones en el Parlamento o, si las mismas fracasan, reactivando la idea de adelantar elecciones, una nueva "sucesión constitucional" si Mesa cae o imponer una "solución de fuerza" golpista. Por eso, hay que levantar la lucha por un gobierno de las organizaciones obreras y campesinas que además, sería el único que podría garantizar una Asamblea Constituyente revolucionaria, es decir, verdaderamente libre y soberana, contra la autonomía reaccionaria que quieren imponer a toda costa los "cívicos" cruceños, y contra la asamblea tramposa que quieren negociar Mesa con ayuda del MAS. Una Asamblea que sea organizada según la voluntad de los trabajadores, campesinos y pueblos originarios, donde debatir una solución obrera y popular a los problemas nacionales, como la tierra y el territorio, la renacionalización del gas y las "capitalizadas", el empleo y el salario, salud y educación y el no pago de la deuda externa.
La crisis política y la naturaleza misma de la movilización actual plantean de hecho el problema de quién ha de gobernar el país. A las maniobras burguesas y a todas las propuestas de colaboración de clase para apoyar a supuestos militares patriotas, abogadillos burgueses o curas "progresistas", hay que oponer resueltamente la lucha por un gobierno obrero y campesino, el único que podrá imponer una solución progresiva a los problemas nacionales, derrotando a las transnacionales y a sus aliados, los empresarios y terratenientes locales y rompiendo con el imperialismo. En algunos sectores, como en la COR alteña, se comienza a abrir paso la consigna de "¡Viva el gobierno del pueblo de obreros y campesinos!" Es constituyendo la Asamblea Popular es como podrá materializarse un Gobierno de la COB, FEJUVE, COR, CSUTCB, sindicatos y organizaciones originarias en lucha!